Bienvenido a Villa Adriana. antoniolupi recupera elementos propios de la Roma clásica.
Entre las numerosas propuestas presentadas por la firma italiana antoniolupi recientemente, hay tres que llaman especialmente la atención por recordar a Italia, más bien a Roma, pero a otra Roma, a la Roma Imperial. Estas son: la bañera semiempotrada Ofuro2, las estanterías Bag y, por supuesto, la mesita-taburete Roma.
"antoniolupi nos lleva a la Roma Imperial con la bañera semiempotrada Ofuro2, las estanterías Bag y la mesita-taburete Roma"
Tallada en un solo bloque, como si se tratara de una gran escultura, Ofuro, que toma su nombre prestado de un tradicional baño japonés de agua caliente, parece inspirada en las termas romanas, en concreto en Le Piccole Terme de villa Adriana, lugar “íntimo” de reunión y confidencias.
La yuxtaposición de líneas rectas y los bordes afilados con formas suaves y superficies curvas, jerarquiza la composición, permitiendo, por un lado, ajustar fácilmente la bañera a una esquina del baño, y ofreciendo, por otro, un aspecto sensual, acogedor, que invita a entrar y relajarse. También puede recordar a las impresionantes terrazas blancas de Pamukkale (Turquía), esos castillos de algodón situados precisamente junto a la antigua ciudad romana de Hierápolis.
Con Bag, antoniolupi ha generado un sistema de “huecos”, algunos de ellos a modo de hornacinas, que recuperan el arco, ese elemento constructivo que el Imperio Romano extendió por toda Europa.
Geometrías puras, equilibrio proporcional sofisticado, inserción perfecta en la pared. La trayectoria investigadora de la firma sigue yendo más allá de la bidimensionalidad de la superficie vertical y explorando el potencial de integración entre la envolvente y los elementos que amueblan el espacio. Al igual que los preciosos nichos que albergan joyas, los compartimentos de la colección Bag permiten guardar objetos y accesorios para el cuidado del cuerpo, haciéndolos rápida y fácilmente utilizables. Un diseño que realza el valor de lo cotidiano, mostrando lo que antes estaba oculto.
Roma, por último, supone un retorno al clasicismo de las formas. El perfil recuerda a uno de sus famosos arcos del triunfo, pero doble, o al más reciente Palazzo della Civiltà Italiana, con su geometría absoluta y su sucesión de aberturas arqueadas. Roma remite al clasicismo de las formas, a la imponencia de las dimensiones, los grosores, la elegancia absoluta e intemporal, pero a otra escala y, por supuesto, en un mármol tan italiano como es el de Carrara.