Clásicos renovados o cómo hacer un homenaje a la historia del diseño sin dejar de estar a la última
El eclecticismo forma parte del mundo del interiorismo desde hace décadas. Al ponerse de moda permitió, por fin, incorporar al salón de casa esa butaca con capitoné, la sillería isabelina o la mesa de caoba que llevaba generaciones en la familia, sin miedo a parecer demodé. Además, combinar esas piezas, ya únicas, con mobiliario de vanguardia no puede ser más chic.
Ahora, algunas de las grandes firmas del interiorismo han dado un paso más, sumándose de manera generalizada a otra tendencia que se inició tímidamente y que ha ido acaparando cada vez más miradas y asentándose como opción muy interesante: hacer versiones de los clásicos, propuestas inspiradas en el pasado, pero, por supuesto, con un toque muy actual.
“Firmas como Rimadesio, Poltrona Frau, antoniolupi o Cocinas de Autor se han sumado a hacer versiones de los clásicos, inspirándose en el pasado pero con un toque muy actual”
Ese es el caso del Secretaire Self, de Rimadesio. De origen francés, el secreter, en su versión castellanizada, surgió en el siglo XVII, como su nombre indica, para guardar secretos, para esconder papeles en pequeños cajones ocultos por una pieza de madera abatible con bisagras, que se cierra con llave.
En general está compuesto por un escritorio abajo y un armario cerrado arriba, pero formando parte del mismo cuerpo.
El modelo de la firma italiana, de la colección Self, se puede personalizar con todas las combinaciones de cristal y estructura y está disponible en las tres variantes «Self, Self up y Self bold». El sistema cuenta con iluminación led interna con un sensor de encendido por infrarrojos y una fuente de alimentación interna.
Pero esta no es la única propuesta de Rimadesio que mira atrás. Otro buen ejemplo es el aparador Alambra, una isla inspirada en el pasado, en ese mueble cuyo origen se remonta a la Edad Media y que, tras surgir en las casas de campo humildes como soporte sobre el que amasar pan y luego guardarlo, una vez cocido, dio el salto a las viviendas señoriales con el objeto de amueblar el comedor.
El sistema Alambra incorpora en esta propuesta una pieza superior de cristal transparente en versión contenedor central. La colección en maderas nobles, se caracteriza por su estructura de aluminio, el diseño exclusivo de los detalles, los mecanismos de movimiento y la iluminación led integrada en los estantes.
Poltrona Frau, por su parte, nos sorprende con unos recipientes de vidrio que parecen salidos del saloncito de visitas de la abuela. Unas piezas tan delicadas como aquellas que estaban en la habitación prohibida y que, por supuesto, nunca nos permitían tocar cuando éramos niños.
La colección Water Illusion, que así se llama, está inspirada en el ritmo intenso del sirtaki de Zorba y representa el estrecho contacto entre el agua y la orilla, entre las olas y el cielo, cristalizando las manifestaciones sinuosas, únicas e irrepetibles de los elementos.
Diseñada por Assia Karaguiozova, está elaborada totalmente a mano en Italia, utilizando vidrio 100 % reciclado y la compleja técnica del vidrio colado, una particular elaboración donde el cristal y el cotisso —un vidrio residual— se funden en los crisoles a temperaturas que alcanzan los 1.500 ˚C.
Esta firma ha sido fiel a diseños clásicos desde sus orígenes. Algunas de sus piezas más emblemáticas son precisamente modelos inspirados en el pasado, como el sillón Archibald, revisión actualizada de la clásica butaca envolvente inglesa y premio Wallpaper en la sección Best Domestic Design ya en 2009. Recientemente ha presentado una pequeña obra maestra inspirada en él, una silla de comedor, diseño de Jean-Marie Massaud, que mantiene todo el confort de la colección con un aire más dinámico e informal.
Por último, dos revisiones más de clásicos de Poltrona, muy propios del ámbito más privado del dormitorio, son el galán de noche Rips (tan de película…) y el banco Glenn, para colocar a los pies de la cama.
El célebre pianista canadiense Glenn Gould se había encariñado hasta tal punto de su banqueta de piano personal, en realidad una vieja silla adaptada por su padre a sus particularísimos criterios en cuanto a sentarse, que se negaba a tocar sin ella. Precisamente en el taburete de piano de ese gran músico se ha inspirado Roberto Lazzeroni para diseñar Glenn, un cómodo puf que nació como pieza para utilizar indiferentemente como banqueta o como reposapiés, pero que recomendamos más para lo primero que para lo segundo.
Su asiento, de suave Pelle Frau®, se adorna con un trabajo manual, ese capitoné que ya es un símbolo de la pericia artesanal y de la calidad de la marca Poltrona Frau.
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De antoniolupi, hemos querido destacar tres propuestas que llaman especialmente la atención por recordar a Italia, más bien a Roma, a la Roma Imperial. Estas son: la bañera semiempotrada Ofuro2, las estanterías Bag y, por supuesto, la mesita-taburete Roma.
Tallada en un solo bloque, como si se tratara de una gran escultura, Ofuro, que toma su nombre prestado de un tradicional baño japonés de agua caliente, parece inspirada en las termas romanas, en concreto en Le Piccole Terme de villa Adriana, lugar “íntimo” de reunión y confidencias.
La yuxtaposición de líneas rectas y los bordes afilados con formas suaves y superficies curvas, jerarquiza la composición, permitiendo, por un lado, ajustar fácilmente la bañera a una esquina del baño, y ofreciendo, por otro, un aspecto sensual, acogedor, que invita a entrar y relajarse. También puede recordar a las impresionantes terrazas blancas de Pamukkale (Turquía), esos castillos de algodón situados precisamente junto a la antigua ciudad romana de Hierápolis.
Con Bag, antoniolupi ha generado un sistema de “huecos”, algunos de ellos a modo de hornacinas, que recuperan el arco, ese elemento constructivo que el Imperio Romano extendió por toda Europa.
Geometrías puras, equilibrio proporcional sofisticado, inserción perfecta en la pared. La trayectoria investigadora de la firma sigue yendo más allá de la bidimensionalidad de la superficie vertical y explorando el potencial de integración entre la envolvente y los elementos que amueblan el espacio. Al igual que los preciosos nichos que albergan joyas, los compartimentos de la colección Bag permiten guardar objetos y accesorios para el cuidado del cuerpo, haciéndolos rápida y fácilmente utilizables. Un diseño que realza el valor de lo cotidiano, mostrando lo que antes estaba oculto.
Roma, por último, supone un retorno al clasicismo de las formas. El perfil recuerda a uno de sus famosos arcos del triunfo, pero doble, o al más reciente Palazzo della Civiltà Italiana, con su geometría absoluta y su sucesión de aberturas arqueadas. Roma remite al clasicismo de las formas, a la imponencia de las dimensiones, los grosores, la elegancia absoluta e intemporal, pero a otra escala y, por supuesto, en un mármol tan italiano como es el de Carrara.
Cocinas de Autor, por último, se suma a esta tendencia con su homenaje al Mueble bar, a través de una pieza semiencastrada en la pared que parece levitar, con frente escamoteable en piel ecológica acolchada en color topo, e interiores en nogal, con retroiluminación led (de intensidad personalizable) en perfiles extrafinos.
Una vez más cumple con todas las premisas de los diseños de la firma: es fiel reflejo del diálogo perfecto entre iluminación óptima, composición arquitectónica y materiales nobles.
Cuenta con costuras realizadas a mano en los costados y bagheera tapizando su parte superior e inferior. Los cajones incorporan apertura puchopen y están revestidos de piel ecológica. Las baldas están realizadas en aluminio negro con vidrio transparente. Y la trasera está realizada en vidrio espejo ahumado para darle profundidad.