vestidor moderno personalizado a medida Cover de Rimadesio

¿Cómo diseñar un vestidor?

Diseñar un vestidor puede parecer muy sencillo, pero nada más lejos de la realidad. Si queremos que se ajuste como un guante a nuestras necesidades, hay muchas variables a tener en cuenta que uno ni imagina: materiales, colores, distribución, iluminación y, por supuesto, una decisión clave: ¿será abierto o cerrado?

El equipo de interioristas de ICONNO, experto en vestidores, nos desvela las opciones y elecciones imprescindibles para que el resultado sea perfecto.

¿Vestidor abierto o cerrado?

¿Por qué decantarse por una u otra opción? Veamos los pros y los contras.

Un vestidor cerrado es más íntimo, pero también más pesado en el espacio. Yo se lo recomiendo a aquellas personas que no quieren estar condicionadas por mantenerlo siempre perfecto. Esta opción permite ocultar a la vista aquello que no queramos mostrar, como se ve en la imagen del vestidor Cover. Además, al estar cerrados evitan la entrada de polvo, por lo que también exigen menos cuidados, limpieza. Por último, en estos casos, se puede elegir la forma de encender la luz: con sensor, con interruptor o a través de domótica.

Los vestidores abiertos, por su lado, son más ligeros, más cómodos, porque todo lo tenemos a la vista y a mano, y encajan mejor en la imagen que todos tenemos de un vestidor. También suelen necesitar más espacio, puesto que habitualmente cuentan con mesas expositoras de apoyo.

También existe una tercera opción muy atractiva: un vestidor abierto, pero con correderas que le den intimidad cuando sea necesario. 

Vestidor de diseño Cover cerrado con puertas

¿Vestidor clásico o moderno?

Una propuesta clásica tiene asociada el uso de madera y piel. Estos dos materiales son fundamentales. También podría sumarse un tercero, la tela para sustituir a la piel en ciertos revestimientos. Los vestidores clásicos son rotundos, más pesados.

Un vestidor moderno, sin embargo, utiliza más vidrio, son livianos, casi etéreos.

Un buen ejemplo de vestidor clásico sería el Dress Bold, con montante a pared en madera o piel y cajones del mismo material. Como ves, resalta bastante en el espacio.

Cómo diseñar un vestidor
Vestidor de diseño Dress bold Rimadesio

El vestidor Zenit, por su lado, sería un buen ejemplo de propuesta más moderna, minimalista, muy ligera, con montantes de cielo a techo, y sin trasera. Además, no tiene costados y los estantes de vidrio le dan profundidad.

Vestidor de diseño abierto con estantes Zenith
Vestidor de diseño abierto Zenit Rimadesio Milano

Los imprescindibles en un vestidor

En cuanto a la distribución y estructura del vestidor, hay algunos elementos que considero imprescindibles: por supuesto, una barra superior para colgar, un maletero o estante sobre ella como espacio de almacenaje, un pantalonero, cajones para la ropa íntima, gavetas abiertas para camisetas dobladas que se pueden tener a la vista y un zapatero. Este último elemento también puede encontrarse en una zona ajena al vestidor.

Por supuesto, hay muchas más opciones a incluir en el puzzle, según los gustos y necesidades de cada cliente: un corbatero, accesorios para relojes, joyero…

Vestidor cajón accesorios Dress Rimadesio
Vestidor cajón para joyas y complementos Zenit

En espacios grandes proponemos, además, islas, que ofrecen un plus de almacenaje para aquellos accesorios que prefieres tener fuera; y abrazan toda la estancia completándola.

No podemos olvidar, por otro lado, el espejo. No forma parte del vestidor propiamente dicho, es un elemento externo, pero fundamental. Para los más clásicos, recomiendo el espejo rectangular, y en el caso de buscar algo más innovador, una muy buena opción es la media luna. Antonio Lupi cuenta con un modelo fantástico, el Spicchio.

Espejo Spicchio de Antonio Luppi

Iluminación del vestidor

La iluminación, por supuesto, es fundamental. Suelo recomendar luces cálidas para hacer el espacio más acogedor e íntimo. La calidez ideal se encuentra entre los 2.700 y los 3.000 lúmenes porque aporta esa sensación, pero no afecta al color de las prendas. Si la temperatura desciende por debajo de los 2.700 lúmenes nos arriesgamos a que esos colores varíen.

tonos y paleta cromática

Por último, nos quedaría hablar de los colores. Habitualmente la gente se inclina por los colores neutros tanto para pieles como para tejidos: beige, gris, marrón claro. Es una buena opción, pero tal vez algo conservadora.

Yo recomendaría probar también con un burdeos. Se trata de un color elegante, que se ve más oscuro de noche, pero durante el día adopta un atractivo tono rojo… es un toque personal. 

Igual que digo esto, también recomiendo evitar los colores demasiado llamativos, porque cansan. Y los blancos, propongo sustituirlo por un blanco roto o un beige.

En cuanto a las maderas, concluye Ismail, depende de la estructura y el acabado de la puerta (en el caso de vestidores cerrados). Lo mismo ocurre con las pieles, también deben ir en el mismo tono que estas. 

 

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